“Nope. No después de que revelases vídeos secretos”.
Hasta las bromas y mofas de Shaquille O’Neal se ponen ásperas estos días cuando se trata del expediente D’Angelo Russell. El exjugador de los Lakers, y ahora analista televisivo de la NBA, se unió a las voces críticas que censuran la dudosa filtración del novato de los Lakers.
En su leñazo al rookie a través de su cuenta de Instagram, Shaq muestra una secuencia-reflejo del vestuario de los Lakers en estos momentos. En el partido del 22 de marzo ante los Grizzlies, Julius Randle coge un rebote y para montar el ataque, ‘pasa’ de Russell y sube la pelota él mismo. Vacío absoluto, y el que le queda.
Los camerinos del Staples Center deben de ser una cruzada contra la maniobra audiovisual que Russell emprendió contra su compañero Nick Young.
Más críticas
El entrenador del vestuario más en llamas del momento, Byron Scott, alegó recientemente también su disconformidad con el asunto. “Lo único con lo que estoy decepcionado es de que se hiciera pública. Somos una familia e intentamos mantener las cosas en casa”, dijo el preparador ‘laker’, y recogió el portal InsideSoCal. Scott evitó hacer sangre con su pupilo.
Y más penitencias. Anoche, en la graduación de Randle ante los Heat, el público del Staples Center castigó la chiquillada de Russell con abucheos cuando tocaba el balón.
Marcus Morris, alero de los Pistons, ya ha anunciado su rotura con Russell, alegando que probablemente, “no vuelva a hablar con él”, recogió el portal MLive.com de Michigan.
Antes del choque ante Miami, Russell se disculpó públicamente, aunque él mismo admitió que “el daño ya está hecho”.
