Kobe Bryant sigue despidiéndose de sus ‘enemigos’ en estas noches finales de su estancia como jugador activo en la NBA, sabiendo que pese a no tener la despedida soñada -ganar el título en su último año-, sabe que ha disfrutado a lo largo de estos 20 años poder conseguir triunfos y campeonatos con Los Angeles Lakers, equipo del que se despedirá el próximo 13 de abril cuando se enfrente a Utah Jazz en el último partido de la temporada.
Uno de los personajes con el que más tuvo enfrentamientos y más problemas le trajo por su juego fue Glen Doc Rivers, el entrenador que más finales enfrentó y que definitivamente tendrá un descanso con el retiro de ‘The Black Mamba’, figura del equipo de Los Ángeles en cada una de estas Finales.
Doc Rivers solo tendrá que enfrentarlo dos veces más
Sin embargo, este martes y miércoles serán las últimas ocasiones en las que Rivers tendrá que enfrentarlo y escoger una táctica para intentar pararle, por lo que estos juegos serán especiales para los dos. Sin embargo, pese a que la mayoría de los integrantes de la liga han manifestado su tristeza por el retiro, algo diferente piensa el entrenador de Los Angeles Clippers, quien confesó que para él será una alegría no tener que enfrentarlo.
“¿Lo extrañará? Para nada, para nada. Seré muy feliz cuando se retire. Personalmente, me ha infligido mucho dolor, así que estoy deseando que se vaya. El resto de la gente miente. Dicen que les gustaría seguir viéndole jugar y no es verdad. Es un tipo que nos ha causado mucho daño a todos”, declaró Rivers que clasificará con el otro equipo de la capital californiana a los Playoffs.
Pese a que Rivers ganó un anillo ante los Lakers y perdió otro en el séptimo partido de las Finales de 2010 con Boston Celtics, destacó que “seré muy feliz cuando Kobe esté retirado. Personalmente me ha hecho sufrir mucho en la cancha, por lo que estoy deseando que llegue el momento. Todos los demás mienten. Dicen algo así como que quieren que Kobe siga jugando y no es cierto. Es un tipo que nos ha inflingido dolor a todos”.
Sin embargo, fue honesto al indicar que la NBA “va a ser diferente al no tenerle. Cuando él debutó en la Liga mi hijo Spencer tenía un año y Kobe aún sigue jugando. Es algo extraordinario comprobar todo el tiempo que lleva jugando y lo bien que lo ha hecho. Esa es un parte que acabaré echando de menos. Pero no extrañaré el que ya no juegue más. Estoy cansado de verle jugar. Ha jugado demasiado bien”, concluyó.
